Estoy muy concienciado del peligro actual y real existente en nuestra sociedad: la violencia machista. A veces puedo hasta detectarlo en muchas situaciones cotidianas. Situaciones que hacen que me ponga en alerta inevitablemente. Pienso, «¿cómo reaccionaría una mujer en esta situación?» La experiencia me dice que aunque estén preparadas, el contexto en el que se encuentran no es para tomarlo a la ligera.
La cuestión que intento desarrollar, y que no es en absoluto nada nuevo, es cómo conseguir ayudar a estas mujeres, que pueden sufrir acoso tanto físico como psicológico, a pisar fuerte y no amedrentarse ante los obstáculos que la vida nos pone en el camino.
Mis entrenamientos siguen la línea que predomina en nuestro día a día en la sociedad civilizada: eficiencia e inteligencia. Sí, como la inteligencia emocional, existe y es clave en nuestra supervivencia urbana, la «inteligencia marcial», por llamarlo de alguna forma, es la solución.
Repito: nada nuevo.
Trabajar, pero con cabeza. Entrenar, pero conscientes de lo que hacemos, sin distracciones. Tomar decisiones, pero hacerlo con pleno convencimiento de causay el probable efecto de la misma.
A lo largo de estos años he ido organizando en diferentes niveles y, por supuesto con la ayuda de mis colaboradores, eventos y actos para dar a conocer todo esto que trato de explicar con palabras.